domingo, 29 de enero de 2012

El regreso de Horus, 4ª parte

Otra vez vuelve Horus en forma de relato, espero que os guste porque aquí llega el final. No, sólo es de momento, hasta aquí es donde llegué escribiendo pero poco a poco iré desarrollando la aventura de este extraño personaje y planeo hacer que intervengan en su aventura todos y cada uno de mis (también los futuros) paladines, hechiceros, señores del caos... Al fin y al cabo el trasfondo de mi ejército (o ejércitos) de marines del caos están sobre la base de que forman parte del ejército gargantuesco del primarca número 21, e incluso mi actual comandante de mi ejército de Khorne busca también la muerte de Abbadon el saqueador. Así que esperad el regreso de El regreso de Horus y también el trasfondo que iré dejando junto a (si consigo una cámara en condiciones) las fotos de sus protagonistas. También os agradezco en nombre de Segmentum Ultima nuestras primeras 1000 visitas (casi...) que han resultado de nuestro primer mes (casi...) con el blog, gracias a todos y espero que sigais visitando Segmentum Ultima.

¡¡Ahora yo soy vuestro señor!! - Exclamaba Horus empapado en los trozos del cadaver que tenía a sus pies mientras miraba endiablado al sorprendido público de una manera que no dejaba a dudas que lo que decía era una rotunda afirmación. Nadie se atrevería a luchar contra alguien que había derrotado en combate singular a su, aunque por breve tiempo, paladín sólo con un hacha sierra, sin armadura y con un buen golpe de su arma de energía en el pecho.

Todos habían quedado sorprendidos con la muerte de su líder y no sabían que hacer. Justo entonces un exterminador se le acercó decidido y sin vacilar se puso delante suya y se arrodilló a sus pies ofreciendole su lealtad.

No se quién sois pero si podeis destrozar a nuestro lider de esta forma debeis ser un paladín de los dioses especialmente bendecido. Y parece que teneid pactos con todos ellos. Yo, Apolion, os juro lealtad y os entrego mi fuerza para que la dirijais hacia la destrucción.

Te equivocas Apolion, yo no dependo de nadie, ni soy siervo de los dioses. Yo decidiré mi sino y les entregaré a los dioses lo que es suyo, pero no como un esclavo sino como la representación de su fuerza.

<<Así como antes, parece que no quieres el favor de ninguno de nosotros en concreto. Está bien, honranos y tendrás el favor de todos nosotros, pero estaremos esperando algo mayor que un pedazo de tierra y unos craneos. Queremos que siembres la destrucción de tu raza. >>

Horus pensó que aunque hubiese ganado, no podría controlar a todos los guerreros y que podría ser traicionado. Asi que empezó a reclamar su propio legado.

¡Yo soy Horus! ¡Y he renacido! - Mientras decía ésto veía las caras de los guerreros que no tenían casco y veía el miedo, la duda y la reverencia en ellas.
¡Los dioses oscuros reclaman lo que les pertenece! ¡Y me han devuelto a la vida para que os guie hacia su propósito! ¡Sin duda lo conseguiremos si poneis a mi servicio vuestra fuerza, que por derecho me pertenece! ¡Pero antes tengo algo que hacer y os quiero a mi lado! - Horus seguía hablando mientras el ejército empezaba a subir su moral y ha empezar a estar más deseosos de carnicería.

¡Yo no tolero la traición! ¡Y aquel llamado Abbadon me ha traicionado, destrozando incluso mi cuerpo sin vida por miedo a que reclame lo que es mio! ¡Pero soy el auténtico señor de la guerra, el elegido de los dioses! ¡¡¡Y he vuelto de la muerte para reclamar lo que es mio!!!

Ante este último grito en el que se declaraba dueño del propósito de los dioses, todos los presentes se arrodillaron ante él y juraron fidelidad mientras lo honraban con vítores y se enorgullecían del regreso de su señor aún sorprendidos por la increible noticia.




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